viernes, 16 de noviembre de 2018

TECNOLOGÍA MODERNA

TECNOLOGÍA MODERNA 




En este tiempo, el avance de la tecnología ha trazado un esquema que propone actualizaciones no siempre fácilmente realizables, tanto en los conocimientos y habilidades del hombre medio, como en los lugares donde ellas son aplicadas. La cuestión no es simple ni se la debe tomar ligeramente. No dudo que siempre y en todo lugar han habido avances que desechaban métodos, usos y costumbres, vestimentas, enseres, herramientas, máquinas etcétera, que con la llegada de cada medio nuevo se obtuvieron importantes y hasta saludables mejoras en la condición humana.
Lo que es cierto es que debe reflexionarse detenidamente el lugar, la forma, el método y, por fin, el resultado.
Lo cierto, en todo momento, es que el destinatario de todos estos cambios, modificaciones o reemplazos debe acelerar sus capacidades para darle uso correcto y provechoso del nuevo elemento en su tarea diaria o en su vida misma. También es cierto que ello va mas allá de sus facultades originarias y lo convierten casi en un hombre-robot que, en modo alguno, puede retroceder una vez que inició el uso de tales propuestas técnicas que le son ofrecidas – y aceptadas – para sus tareas, información, diversión o entretenimiento, cuando no ampliar sus conocimientos, que, eso sí, seduce a quien busca saber más para proporcionar o entregar más de sí mismo. Porque, para un especialista en cualquier actividad, volcar lo que sabe en forma más rápida y segura es una oferta que nadie dejaría de aceptar.
Tampoco se puede decir que se puede negar que todo ello dé paso a la necesidad ineludible de agudizar la inteligencia, acelerar los movimientos y adecuar horarios.
Lo que pretendo significar es que no estoy de acuerdo con aquellos que se niegan a las variantes y modificaciones de la tecnología moderna. NO. Sólo estoy diciendo que todo ello implica un cambio en la vida y costumbres de nuestro ser social y que las generaciones deben dar paso a quienes llegan dotados de conocimientos y habilidades para hacer de los nuevos elementos técnicos un medio más útil y eficaz para alcanzar resultados en menor tiempo, a lo que se debe agregar la seguridad de la buena labor.
No obstante, y he aquí mi interés. La edad del “cibernauta” o las propuestas del moderno elemento producen un nuevo ser que crece a nuestro lado casi sin darnos cuenta que, en muchos casos, está tan “metido” en el moderno medio que no lo vemos interesado en las tradicionales maneras de desarrollarse y crecer. Me refiero a la práctica de actividades físicas o deportivas. Allí está la cuestión.



No es negarle el uso de las nuevas tecnologías. Es hacer que el principiante en la vida sepa que tiene a su alcance lo que sus antecesores – padres, parientes, enseñantes, etcétera – no tuvieron con la facilidad que él hoy los obtiene. Entonces, es necesario saber distribuir su tiempo y estimular todas sus posibilidades mentales y físicas para que el incipiente protagonista social se encuentre dotado de los medios que se le ofrecen pero no en un solo ámbito o sector de su vida.
Debe alcanzarse a sí mismo en todo lo que la vida le propone y distribuir todo ello en el uso de su mente y cuerpo. ¿Para qué? Para encaminarlo a ser fuerte, sano y adaptado al momento que comienza a vivir hasta realizarse como persona y, luego, cuando llegue el momento, retirarse entero y feliz de haber sabido distribuir sus facultades de tal forma que nada le sea extraño y pueda movilizarse en todo los ámbitos.
Y aquí debemos trabajar todos: todos, padres, enseñantes, vecinos, amigos y quien lo trate en cualquier circunstancia. Quienes lo acompañemos en la vida debemos formarlo en ideales morales sanos y fuertes. Debemos darle buenos ejemplos y, en síntesis, debemos respetarlo interpretando su personalidad en un marco de cordialidad y lenguaje adecuados. De lo contrario cometeríamos graves errores que deformarán al principiante y no habremos aportado para su correcta formación.

Creo firmemente en este método. Porque, además, se evitará las famosas, denigrantes y malditas burlas de aquellos que toman la formación de la vida en un escenario de bromas de mal gusto y desinterés total. Así lo veo yo.

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